martes, 5 de marzo de 2013

8M, mucho más que un día: el como también es importante.


EL COMO TAMBIÉN ES IMPORTANTE.
 

Las brujas eran mujeres cuyas conductas transgredían las normas impuestas por la sociedad patriarcal, en la cual el Estado y la Iglesia -instituciones dominadas exclusivamente por los varones- controlaban los dichos y los hechos de la población femenina. La bruja encarnaba un cierto espíritu de revuelta, una forma diabólica de subversión general, hecho que motivó la brutal represión  contra ellas por parte de la Inquisición. Todo eso queda lejos, pero todavía hoy seguimos luchando contra esas normas, no sólo por ocupar el espacio que nos merecemos, sino por ocuparlo como nos merecemos.

El acceso de la mujer a la política comenzó cuando se ganó la batalla por el derecho al voto, pero la igualdad de oportunidades para las mujeres pasa por la participación y representación en los puestos de toma de decisiones. Y ni mucho menos intervenimos en las decisiones políticas ni accedemos a cargos de poder en la misma forma que los hombres. 
La participación femenina en política se ha incrementado, pero continúa siendo desproporcionadamente baja. Seguimos a merced de decisiones políticas tomadas por una mayoría de hombres, ya que, tristemente, la representación de las mujeres en los cargos políticos es hoy muy escasa. Pero no me quiero centrar en el cuánto, sino en el cómo, porque por desgracia también queda mucho por hacer.
Quizá una de las razones del camino que nos queda por delante es porque en muchas mesillas sigue estando la Perfecta Casada, de Fray Luis de León, una de las obras más leídas, incluso en el siglo XX, -de 1936 à 1975 era lectura “recomendada” para las futuras esposas-. Libro que señala que la imperfección innata de la mujer es la que origina la necesidad de enseñarle, con el objetivo básico de hacer de Eva, mujer imperfecta y pecadora, una Virgen María... El acceso a la política está aceptada, pero en forma de Virgen María, o de José…  ¿Y si eres Eva?
Si eres Eva, no te queda otra que enfrentarte a esas fuertes barreras socioculturales, esos prejuicios y estereotipos enraizados en el patriarcado que arrastra la sociedad desde hace siglos, de los que debe desprenderse y que aún hoy sobreviven en contextos como la vida política.
¿Y si hablamos de mujer joven? Más evidentes son esas diferencias: la imagen pública de mujer joven no ha sido construida por nosotras, y mucho menos en escenarios institucionales. Debes enfrentarte a la imagen que el resto de personas –mujeres y hombres- hacen de ti en gran medida por lo roles que tienen o vienen prefijados en su familia, los modelos que delínean los medios masivos de comunicación, etc. Lo que a grandes rasgos se puede traducir por una sobreprotección de las mujeres (carácter maternal) o el menosprecio de los hombres que no terminan de encajar que “la que pudiera ser su hija” se enfrente a él.
Pero no es tan sencillo, pues esa actitud no es algo generalizado hacia todas las mujeres jóvenes. Entonces, ¿Por qué? Creo que hay otros factores que acentúan esas actitudes. La “forma” de hacer política habitualmente responde a estilos masculinizados, y algunas mujeres adoptan esos estilos masculinos, ya sea en el modo de comunicarse -especialmente en los discursos-, en la forma de vestir, en el carácter, en las formas de establecer negociaciones y pactos, y hasta en la priorización de problemas, favoreciendo la supervivencia del sistema patriarcal.
Al no aceptar esa “forma” percibes un trato diferente, una continua necesidad de estar al 200% en tu día a día para demostrar que tienes la misma capacidad para estar en ese cargo que el resto de personas.
Nos queda un largo camino... con personas en dirección contraria, otras que adelantan por la derecha, otras que te cogen de la mano...para sacarte fuera porque molestas. Por conciencia seguiré molestando con todas mis fuerzas, dentro y fuera, y como Eva. Porque las que sobramos en el camino no somos nosotras...
Hoy más que nunca somos mujeres, con realidades bien distintas y con derecho a ser nombradas y respetadas en su pluralidad. Y brujas también, porque seguimos luchando contra las normas impuestas por el patriarcado, tanto en la esfera privada como en la pública.
Salud.

Vanessa Lillo Gómez
Concejala de IU-LV en Getafe, licenciada en ciencias de la información con un máster en comunicación y aprendizaje en la sociedad digital.

2 comentarios:

  1. Mis más sinceras enhorabuenas, la verdad es que ser el coordinador de la actividad tiene algunas ventajas una de ellas es que lees los artículos antes que nadie, desde que leí este por primera vez me gusto bastante, creo que ha sido muy acertado en análisis de las brujas es muy curioso como la Iglesias católica y sus diferentes instituciones han retratado siempre a la mujer, me acuerdo de una conferencia a la que asistí donde la ponente lo resumía perfectamente: en la Biblia la mujer lo tiene muy difícil o bien es una personas bondadosa y virgen alejada de cualquier atisbo de independencia y deseo sexual o bien es prostituta y pecadora no existe termino medio

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  2. No se si mas Eva que bruja o mas bruja que Eva, lo que si se es que me siento mujer por los cuatro costados y orgullosa de serlo. Felicidades a todas las EVAS del mundo.

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