jueves, 14 de marzo de 2013

Programada la desprotección frente la violencia de género


La violencia de género es la muestra social más radical de la desigualdad entre hombres y mujeres, es una lacra social que afecta de forma directa a la mitad de la población mundial, es decir la población femenina, una pandemia en la cual todos/as somos sujetos activos en su erradicación.
Mucho se ha avanzado en nuestro país respecto a esta problemática, gracias a la lucha principalmente de agrupaciones de mujeres feministas y la incorporación reciente pero muy necesaria de pequeños grupos de hombres que apuestan por un modelo de convivencia diferente basada en el respeto y la igualdad. La violencia de género ya no es algo de la esfera privada ni un asunto íntimo de la pareja sin relevancia en el entorno.
Sin embargo de forma periódica aparecen en la esfera pública declaraciones y/o actuaciones que nos hacen retroceder en uno de los principios básicos de la lucha contra la violencia machista, tolerancia cero.
Uno de los últimos casos más mediatizados han sido las declaraciones en twitter del diputado Toni Cantó de UPyD asegurando que un tercio de las denuncias  de violencia de género son falsas cuando en la realidad el porcentaje de denuncias falsas el año pasado fue de un 0,01%, es decir 25 posibles denuncias falsas de más de 134.000 y esto no lo digo yo, ni Izquierda Unida sino el Consejo del Poder Judicial. Pero sin duda lo realmente grave es que un diputado que forma parte de la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados diera veracidad a esos datos, esto causa más daño del que muchas personas se pueden imaginar dado que “muchas víctimas van a pensar que no las van a cree” como afirma Inmaculada Montalbán (presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial), en esta colección de argumentos contra las políticas de igualdad de género y contra unas formas de convivencia más justas encontramos otros muchos como que los hombres también son víctimas de violencia de género impartida por ciertas mujeres, esta argumentación además de ser falsa es un insulto al conocimiento, la investigación, el estudio y la ciencia social, me niego como persona a volver a abrir este debate como nunca debatiría que dos más dos son cuatro, a estas personas que siguen encabezonadas en este aspecto les recomiendo la lecturas de estudios y manuales psicológicos, sociológicos e incluso pedagógicos sobre la materia, es momento de debatir sobre la aplicación de políticas de actuación, ni las victimas ni la sociedad se puede permitir el lujo de encajarse en un debate trivial interminable sobre la definición del problema, estando esta suficientemente argumentada y documentada ya.
Pero sin duda alguna una de las políticas que más puede perjudicar a las victimas de violencia de género y por ende a la sociedad en su conjunto es la reforma del código Penal del ministro Gallardón, el cual retrocede años y décadas en la lucha contra la violencia de género, la impunidad de los agresores y la desprotección del las victimas. En concreto estos cambios son los siguientes.
·    Multas económicas para los agresores: “La posibilidad de volver a castigar con pena de multa es desconocer las características específicas de este tipo de delitos. La experiencia de hace dos décadas nos demuestran que son inidóneas. Pueden darse situaciones tan kafkianas como que el agresor detraiga el dinero para pagar la multa de lo previsto por la mujer para comida, la compra o para los gastos de la casa. No podemos volver a la multaTuve el caso de una esposa que vino a pagar la multa que yo le había puesto a su marido. Le pregunté asombrada que cómo venía ella a pagar, y me contestó que su marido no pensaba pagar, y que además no tenía bienes a su nombre, y como la casa familiar era ganancial, temía que la embargasen” I. Montalbán.
·    Se introduce la mediación en los casos en que se suspenda la ejecución de la pena: esta propuesta refleja un claro desconocimiento tanto de las características de la violencia de género como de la técnica de la mediación, dado que en esta el mediador/a interviene con dos sujetos en igualdad de condiciones y es obvio que el control y agresión psicológico, físico y/o sexual hacen que agresor y victima no se encuentren en planos de poder y control similares.
·    Eliminación de las faltas de vejación injusta: el la amplia mayoría, por no decir en la totalidad, de los casos de violencia de género antes de las agresiones físicas encontramos agresiones psicológicas que minan y vulneran la autoestima e integridad de la mujer, frases como “no vales nada”, “no sabes hacer nada útil”, “no dices más que tonterías” podrán dejar de ser consideradas como falta si se aprobase el borrado de Código Penal defendido por Gallardón.
·    Eliminación del agravante de presencia de menores en el maltrato habitual: cómo justificará el ministerio de justicia que se quiera eliminar el agravante de presencia de menores en las agresiones cuando está más que probado los problemas psico-sociales que producen en los/as menores de edad la presencia continuada de estos episodios de violencia.
El Consejo General del Poder Judicial rechaza cada uno de los cambios que se proponen en el borrador del Código Penal y es que en materia de política social y violencia de género un país no se puede retroceder, las políticas conservadoras y marcadas con un claro pragmatismo católico del actual gobierno no nos pueden devolver a un época de blanco y negro en la cual la violencia de género o se invisibilizaba o se normativizaba.
Desde los diferentes poderes públicos y sociales no podemos quedarnos parados, siendo un deber moral  y social mostrar nuestra repulsa frente estos cambios en la legislación dado que sino miles de mujeres maltratadas en el silencio macabro de sus casas se sentirán más solas que ayer dado que la justicia les habrá dado la espalda.

Israel Aguado.
Coordinador del área de juventud de IU-LV de Parla.


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